THE GLASS BEAD GAME. Hermann Hesse. Picador. New York, 1990 (1943). 558 pp.
La última novela de Hesse y, junto con Narciso y Goldmundo, la mejor. Narra la vida de Joseph Knecht, un huérfano que gracias a su inteligencia, dedicación y fortaleza de carácter es elegido para formar parte de La Orden y vivir en Castalia, el lugar donde reside y trabaja la élite intelectual de un país innombrado, en algún momento del futuro. A través del estudio, en particular de las matemáticas, la música, la literatura y la historia, Knecht va ascendiendo en la rigurosa jerarquía. Se involucra en el Juego de los Abalorios, un enigmático pasatiempo que se ha convertido en una vocación y en una profesión para muchas de las mentes más brillantes. Más que tener una trama, el libro es la historia del crecimiento espiritual de Knecht.
Al finalizar sus estudios formales, disfruta de varios años de aprendizaje libre, que usa para visitar a su querido mentor, el Maestro de Música, de quien aprende que la meta de la vida es alzanzar la sabiduría, expresada en un estado de “alegre serenidad”, vía el conocimiento, la música y la meditación. También pasa tiempo con un ermitaño que vive en un jardín chino, de quien aprende el estudio del I Ching. Pero en algún momento es llamado a adquirir responsabilidades en Castalia, donde se le asigna la delicada misión de buscar un canal de comunicación con la Iglesia Católica, para lo cual es enviado a un monasterio benedictino, donde conoce al Padre Jacobo, otro mentor. Finalmente en su carrera, y gracias a sus dotes, Knecht es nombrado Magíster Ludi, el director vitalicio del Juego de los Abalorios. Knecht recibe este honor máximo con sentimientos encontrados, pues si bien es la cumbre de su vocación, entraña graves responsabilidades administrativas que le quitarán libertad y tiempo para el estudio. Durante este encargo, se reencuentra con Plinio Designori, un antiguo amigo y rival intelectual, un patricio que fue alumno externo y que vive en el mundo. Designori ha pasado de ser un bravucón defensor del mundo exterior, a un hombre desilusionado que ha llegado a apreciar las virtudes del modo de vida de Castalia.
Pero esta relación reanudada, así como la observación de otro amigo de la infancia y colaborador, Fritz Tegularius, sumergen a Knecht en una serie de dudas sobre el futuro de Castalia. Si Designori representa los peligros de la vida en sociedad, Tegularius es el prototipo del intelectual completamente aislado en su torre de marfil, ignorante de las amenazas externas y por lo mismo un peligro para la supervivencia del intelecto como algo más que un juego. Al final, Knecht decide renunciar a su cargo e ir a vivir al mundo como tutor del hijo de Designori.
A medio camino entre la parodia y el bildungsroman, este bello libro toca muchos temas interesantes, uno de cuyos ejes es la relación entre la experiencia intelectual y la experiencia vital, sensual, emocional. Podría decirse que ambas, por sí solas, dejan vacío al humano. Se complementan y acrecentan. La otra conclusión es que hay que vivir con valor, vocación de servicio, humildad, estudio y buscando esa sabiduría, esa alegre serenidad.
3 respuestas
Otra vez tu reseña me ha provocado ganas de leer nuevamente una novela.
Sin duda esta de Hesse es una de las que quisiera revisitar desde un momento distinto de mi propia vida y del mundo. ¡Gracias!
Guillermo, tus artículos son sencillamente fascinantes. Inspiran, iluminan y provocan muchas ganas de leer y releer. Gracias de corazón.
Gracias, Memo.