Clásico de la Literatura China: The Story of the Stone, vol. I: The Golden Days, de Cao Xueqin.

Jardín de mansión clásica china. Wikipedia.
El más cercano en el tiempo, entre los cuatro grandes clásicos de la prosa china, se desarrolla en el siglo XVIII, en el seno de una mansión que alberga a una enorme familia de la pequeña nobleza. Es otro mundo...

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THE STORY OF THE STONE. Vol. I: THE GOLDEN DAYS. Cao Xueqin. Penguin. London, 1973 (c.1760). 540 pp.

David Hawkes, alumno de Arthur Waley, el traductor de The Tale of Genji, se retiró diez años de sus labores docentes para traducir esta obra clásica de la literatura china. Como él mismo explica, se trata de una nueva edición, y no sólo una traducción, pues la obra quedó incompleta y fue terminada por un autor desconocido. Además, no existe una edición definitiva: es necesario comparar y elegir entre los diversos manuscritos y la primera edición impresa, en el siglo XVIII, por Gao E. La larga, interesante e indispensable Introducción de Hawkes delinea la fascinante historia de Cao y los avatares de su obra. En ella, una especie de En Busca del Tiempo Perdido china, Cao recrea y ficcionaliza (apenas) la historia del esplendor y decadencia de su familia, aquí llamada Jia.

En este primer volumen, y como indica su título, Cao recuerda los días de gloria de los ricos y poderosos Jia. Lo hace en tercera persona, semiencarnado en Bao-yu, un chico mimado, sensible, perezoso y extraño. Supuestamente, la historia la narra una piedra de origen divino, encontrada por un monje budista y un taoísta cojo que juegan un papel importante en la trama. Bao-yu nace con una piedra de jade (reencarnación de la piedra narradora) en la boca, lo cual lo hace muy especial, sobre todo para su abuela Jia, una anciana alegre y vital, matriarca de la familia, que lo consiente hasta el exceso.

Retrato de Cao Xueqin. www.iztok-zapad.eu

Extrañamente, la historia comienza con Yu-cun (un personaje luego menor), un estudiante pobre que, tras muchas peripecias, se descubre pariente lejano de los Jia. Al llevar a Dai-yu, una primita huérfana, de Nanking a Beijing, Yu-cun recupera su empleo perdido y nos deja, para el resto del volumen, en las suntuosas e increíbles mansiones de los Jia, los Ning-guo y los Rong-guo, vecinas. Este conjunto de casas y jardines será todo un universo, con pocas escenas fuera de él. A lo largo de toda la obra se refleja un mundo permeado por un sincretismo religioso budista-taoísta, así como una absurda filosofía médica de “humores corporales”.

Cuando Dai-yu se incorpora a la familia, ella y su primo hermano Bao-yu sienten una atracción inmediata (son niños aún), y de hecho su conflictiva, tierna y agitada relación es uno de los temas centrales. Dai-yu, huérfana y sin hermanos, es una chica hipersensible y a veces histérica, solitaria y alienada (o así se siente) del resto. Es, sin embargo, bondadosa y muy inteligente. Representa, con otras chicas, una de las tesis del libro: que las mujeres son superiores a los hombres, convicción de un Bao-yu criado entre mujeres que lo adoran, mientras que su padre lo desprecia y maltrata.

Pabellón de las Nubes Preciosas. Palacio de Verano. Pekín. Dreamstime.

En este volumen juegan un papel importante lo sobrenatural y los sueños, como uno crucial de Bao-yu en el que se le aparece el hada Desencanto, quien lo lleva a una tierra de fantasía. Ahí, se le presenta el ciclo de doce canciones, cada una de las cuales refleja de manera oracular el destino de cada una de las doce chicas que marcan su vida (a todas las cuales conoceremos a fondo).

Exasperado por la blanda educación de su hijo, Jia Zheng, el padre, lo mete a la escuela, donde Bao-yu tiene una relación homoerótica con un compañerito, Qin Zhong. Al mismo tiempo, tiene su iniciación sexual con su criada de cabecera y leal amiga Aroma, otro personaje muy importante. La novela es casi explícita en su descripción de la sexualidad de los personajes, con pasajes que se acercan a lo sórdido, pero regresando siempre a la elegante nostalgia por un mundo de lujo extremo y rituales perfeccionistas.

Aparte de los mencionados (entre cientos de personajes), otra protagonista es Wang Xi-feng, esposa de un primo, una mujer joven, astuta, autoritaria, eficiente y corrupta. Xi-feng, adorada por la abuela (con la que se lleva sorprendentemente bien a pesar de las pesadas bromas que se dicen), es puesta a cargo del dinero y las cuentas de la mansión, un trabajo de tiempo completo. Xi-feng, de ilimitada energía, disfruta el poder y lo ejerce con eficacia y sin miramientos, lucrando con el mismo.

Portadas de los cinco volúmenes de The Storry of the Stone. www.glli-us.org

Un episodio central es la visita que hace a la mansión Yuan-chun, hermana mayor de Bao-yu que es concubina imperial. Para recibirla, la familia construye un jardín de las delicias, un espacio gigantesco poblado de decenas de casas y pabellones entre colinas, lagos, ríos, bosques y plantaciones. La larga descripción del complejo, de su construcción y de la elaborada visita, ocupa la parte media del volumen y es francamente deslumbrante. Tras la visita, y a pedido de Yuan-chun, cada una de las chicas y Bao-yu irán a vivir, en el jardín, cada uno en su pequeño palacete de fantasía, todos diferentes y con un nombre poético. Este será el nuevo pequeño universo de Bao-yu, sus hermanitas y primitas. Es difícil exagerar el encanto de este lugar y esa vida.

La relación entre Bao-yu y Dai-yu se vuelve triángulo pronto, gracias a la presencia de otra prima, Bao-chai, una mujer culta e inteligente, como Dai-yu, pero con una gran seguridad en sí misma. Bao-yu se debate entre la atracción por una y por otra, así como por el asfixiante amor de las demás mujeres de la familia. El precoz (bebe mucho y tiene relaciones sexuales desde muy pequeño) Bao-yu, aunque es bien intencionado, se se mete en muchos problemas y se relaciona con personajes indeseables, lo que provoca la ira de su padre. Al final de este volumen, una concubina resentida contrata a una bruja para que envenene a Bao-yu y a Xi-feng, uniendo así las dos corrientes centrales de la trama.

Además de la belleza de la prosa, destaca la de la poesía, elemento central de la vida de la familia Jia. Es notable, aquí, la labor de Hawkes, pues traducir poesía china del siglo XVIII es casi misión imposible.

Jardín cino. www.chinadaily.com.cn

La obra, por supuesto, tiene el atractivo adicional de retratar un mundo totalmente ajeno. Las criadas (cientos de ellas, pues cada miembro de la familia tiene un staff amplio de sirvientes, más los que atienden las necesidades de las mansiones) desempeñan un papel relevante y varias criadas son protagonistas más importantes que algunos miembros de la familia. Los Jia tienen fama de tratar muy bien a la servidumbre y sorprenden la insolencia y desparpajo con que ésta se relaciona con sus patronas.

Maravillosa primera inmersión en este mundo de fábula, exótico, complejo y obsesionado con la belleza, los objetos, el arte, el lujo y la diversión, así como con los rituales religiosos y familiares. Hay cuatro volúmenes más.

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Comentarios del artículo

3 respuestas

  1. Buen reconocimiento haces a David Hawkes y Arthur Waley quienes retoman a Cao y nos muestran la.experiemcia de la nobleza China mediante los «testimonios» sobre la familia Jia.
    Por lo que refiere la obra sobre la interacción de la servidumbre, la trama podría adelantar un «Up stairs and Down stairs» pero del S. XVIII chino.
    Gracias Memo.

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