THE COMPLETE POEMS OF ENHEDUANA. Sophus Helle. Yale University Press. New Haven, 2023 (ss. XXIV-XXIII a. C.). Edición, Introducción, Traducción, Notas y Ensayos de Sophus Helle. 259 pp.
Además de por su belleza y fuerza expresiva, estos poemas son importantísimos por la sencilla razón de que se trata del texto literario más antiguo, de cuyo autor (autora, en este caso) conocemos el nombre y algo de su vida. Enheduana es, así, el primer ser humano identificable de la historia literaria. Vivió alrededor del año 2300 a. C. Sophus Helle nos hace notar que hay más siglos entre ella y Julio César, que entre éste y nosotros. Sus poemas son, entonces, una ventana invaluable a un mundo remotísimo, fascinante y misterioso.

Penn Museum (University of Pennsylvania Museum of Archaeology and Anthropology)
Enheduana fue hija de Sargón de Akkad, fundador del primer imperio de la historia. Su lengua materna era el acadio, pero escribió en sumerio: cuando Sargón conquistó y unificó a las antiguas ciudades-estado sumerias, nombró a su hija sacerdotisa del templo de Ur dedicado a Nanna, el dios de la Luna. Lo correcto, entonces, era escribir en la prestigiosa lengua “clásica” de Ur, el sumerio. Enheduana vivió en un período de intensas transformaciones y revueltas contra su padre. En una de éstas, un líder llamado Lugal-Ane tomó Ur y expulsó a la sacerdotisa del templo. Como sus súplicas al dios Nanna fueron infructuosas, Enheduana recurrió a su hija, la diosa Inana (más tarde identificada con Ishtar), a quien dedicó sus poemas, que son himnos, plegarias en las que exhorta a la diosa a asumir el poder celestial, apaciguar la revuelta y devolverla al templo. Esta diosa, compleja y atractiva, era la regente del amor sexual, la guerra y el cambio: una deidad que rompía las reglas.

El poema más largo e importante es la “Exaltación de Inana”, que no sólo es un himno, sino un poema sobre la poesía y lo que las palabras pueden lograr: Enheduana regresó al templo una vez reprimida la rebelión. En la primera sección, tras sus infructuosas súplicas a Nanna, la autora queda en silencio, confundida e incapaz de seguir escribiendo (primer caso conocido de writer’s block):
Yo soy Enheduana. Yo
Soy la Suprema Sacerdotisa.
Yo cargué la canasta
De ofrendas, yo canté
Los himnos de gozo.
Ahora me traen
Ofrendas funerales – ¿ya no
Estoy viva?
Fui hacia la luz,
Pero la luz me
Quemó, fui hacia la
Sombra, pero estaba
Cubierta de tormentas.
Mi boca de miel
Está llena de espuma, mis
Palabras de consuelo
Se volvieron polvo.
A lo largo del poema, mágico y poderoso, Inana va asumiendo el poder y respondiendo a las plegarias.
El segundo poema es el “Himno a Inana”, lamentablemente fragmentado. Es un refuerzo al poder y una exposición de la naturaleza paradójica de la diosa:
Sin Inana, An
No puede decidir,
Enlil no puede fijar los destinos…
Su gozo consiste en
Apremiar el conflicto
Y el combate…
Inana puede convertir a los hombres en mujeres y viceversa, entre otros muchos atributos que el poema hace explícitos.

Los “Himnos de los Templos” son 42 piezas breves dedicadas a los numerosos templos de Sumeria, como el de Eridu (reputada como la ciudad más antigua); Nippur, Kush, Ur, etc. El último, en la no identificada ciudad de Eresh, es para el templo de Nisaba, dios del conocimiento: la serie termina con un elogio de la escritura y la innovación:
La tejedora de la tableta fue Enheduana,
¡rey mío! Algo ha nacido que no había nacido antes.
Los poemas describen primero al templo, y luego al dios, con metáforas relacionadas con sus nombres, o bien con caracteres cuneiformes y sus fonemas.
Estos poemas bellos, variados e intensos, tienen un objetivo político: integrar a las ciudades sumerias en una unidad coherente. Los últimos son dos fragmentos de himnos, separados de los de los templos.
Helle, afortunadamente, incluye tres ensayos interesantísimos para ampliar la visión y ayudarnos a entender los poemas en su contexto. “El mundo de Enheduana” abunda en lo que se sabe, lo que no, y lo que se cree sobre la poeta. Helle nos explica su genealogía y la historia del imperio fundado por su padre. Fue una época de cambio, expansión, concentración del poder y la riqueza, de excitación y peligro. Una sociedad bilingüe (acadio-sumerio). Luego nos esboza la gran novela, la historia de cómo llegaron a nosotros las tabletas de arcilla con los poemas: hacia 2000 a. C., al caer la Tercera Dinastía de Ur, el templo fue destruido por los elamitas. Hacia 1930 a. C., su sucesora Enanatuma mandó hacer el famoso Disco de Enheduana. Enanatuma transmitió los poemas y luego, en el Período Antiguo de Babilonia (1800-1600), las escuelas incorporaron los poemas como parte fundamental del estudio del sumerio (lengua muerta clásica): de ahí salieron y sobrevivieron los manuscritos que se conservan. Luego, en los siglos XIX y XX, esas tabletas fueron descubiertas y continúan siendo estudiadas.

“La boca de miel” destaca que la “Exaltación…” es un texto clave en la aparición del concepto de autoría, proceso memorablemente descrito en el propio poema. Éste no es sólo fruto de una inspiración solitaria, sino un diálogo con la diosa. Primero el texto, y luego la autora: el “Yo” no aparece sino hasta los versos 63-66. Helle hace un análisis detallado del poema, su voz, ambigüedades y desarrollo. Es un poema de y sobre el poder, y Helle explica el muy extraño concepto me. Los me, idea central y misteriosa de esa cultura, engloban los poderes divinos, pero también las cualidades esenciales de las cosas y los conceptos. Son tangibles y portátiles.
“La sacerdotisa retorna” es la historia de quienes se vieron atraídos hacia Enheduana: sus sucesoras en el templo, los escribanos y estudiantes que copiaban los poemas, los arqueólogos y traductores. Una obra del mayor interés, que rescata y explica la persona y la obra de esta, la primera autora.