COMEDIA. Dante Alighieri. Acantilado. Barcelona, 2018 (c. 1314-1319). Prólogo, comentarios y traducción de José María Micó. Edición bilingüe. 936 pp.
Es imposible “reseñar” la Comedia de Dante, una de las obras más influyentes, polifacéticas, vastas, ambiciosas y geniales de la literatura. Como bien señala Micó en el Prólogo a su magnífica edición y traducción, los “clásicos” no lo son por su representatividad, sino por su originalidad: son raros; rompen reglas y precedentes. Coincide en esto con Harold Bloom, crítico acerbo de los exégetas norteamericanos que insisten en presentar la obra como un resumen de la teología de Agustín de Hipona y Tomás de Aquino. De hecho, bien pudo haber sido considerada una obra herética: mientras otros fueron quemados por expresar sus ideas personales, Dante fue aceptado por la ortodoxia, a pesar de inventar su propia teología y crear una nueva divinidad en Beatrice. Para todo efecto práctico, la Comedia es el Tercer Testamento: toda la idea posterior del infierno, el purgatorio (apenas dogmatizado en 1274 por el Concilio de Lyon) y el cielo proviene de Dante, no de la Biblia. Impuso su visión del otro mundo a las generaciones posteriores. No es, así, una “summa”, sino una obra individual y única.
Es, desde luego, mucho más que teología. Ante todo es poesía, un largo poema narrativo que exigía un vehículo nuevo, la terza rima en endecasílabos encadenados, invención del florentino. Dante, encarnado en Dios Padre, realiza su propio Juicio Final y decide en qué círculo del infierno, purgatorio o cielo va cada personaje, tanto de la historia como de las mitologías bíblica y grecorromana. Mito, historia antigua y contemporánea son juzgados por el poeta, quien ejecuta sus venganzas con gusto. A lo largo del poema lamenta y condena la situación de Italia, dividida por odios facciosos y mezquinos, y de la Iglesia, secuestrada por clérigos corruptos, venales y lujuriosos. Hay más papas en el infierno que en el cielo.
La “acción” transcurre en la semana de Pascua de 1300, a partir del 25 de marzo, Viernes Santo. Dante se encuentra en un bosque oscuro, del que lo rescata su venerado maestro Virgilio, quien lo guía a través del infierno y el purgatorio, entregándoselo a Beatrice en la cima de éste, en el Paraíso Terrenal. A partir de ahí, Beatrice será su irónica, regañona, condescendiente y benévola guía, hasta que ella pasa a ocupar su lugar en la corte celestial, encargándoselo a San Bernardo, en compañía del cual atestigua la Gloria de Dios hasta su arrebato final.
Como hemos visto, la obra no pretende iluminar verdades heredadas: se presenta como la Verdad, una visión indiscutible y definitiva. El conjunto de personajes, venero de la literatura posterior, configura tres ámbitos: el teológico-filosófico, el político y el literario. Nos da, como dice en Paraíso XXXIII, 86-87:
Otra característica notable, común en la literatura medieval, renacentista y barroca, es la mescolanza promiscua del mundo grecorromano con el cristiano. Mucho más que a Cristo o a la Virgen, que prácticamente no figuran en este poema supuestamente sacro, Dante le reza a Apolo y a las Musas; su teología es mucho más aristotélica (con todo y Primer Motor) que bíblica. Su cosmología es tolemaica y su Tierra es esférica. Filosófica y políticamente, sus conceptos centrales son el libre albedrío, la separación necesaria entre los poderes temporal y espiritual (abrogada por los papas) y la urgencia de purificar a la corrupta Iglesia. En el canto XXVI del infierno, se compara con Ulises, al cual le inventa un último viaje a los confines del mundo.
A diferencia de muchas otras obras geniales, como el Quijote, la Comedia no va improvisando su trama: es una filigrana cuidadosamente planeada y estructurada, obsesivamente simétrica y premeditada, un reflejo de la misteriosa geometría divina transmutada en un poema realmente divino, perfecto e imperecedero.
3 respuestas
Guillermo, ¡qué joya esta pieza tuya!
Excelente tu manera de ilustrar la obra (en todos sentidos) y de transmitir el gusto por su lectura. A releer a Dante…
Gran reseña, Memo. Gracias
Me quedo con ésto:
« …la Commedia… es …un reflejo de la misteriosa geometría divina transmutada en un poema realmente divino, perfecto e imperecedero. »
¡Bellamente expresado!