Extorsiones: El Héroe Discreto, de Mario Vargas Llosa.

Piura, en el norte de Perú. www.kayak.com
Vargas Llosa retoma personajes de distintas obras anteriores, para conjuntarlos en esta novela doble, que contrasta el lujo heredado con el esfuerzo honrado; el valor y la cobardía; las familias disfuncionales y las funcionales, en una historia emocionante y entrañable de su lúdica madurez.

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EL HÉROE DISCRETO. Mario Vargas Llosa. Alfaguara. México, 2013. 383 pp.

Las novelas de Vargas Llosa pueden dividirse en dos grandes bloques: las que tratan asuntos políticos e históricos, frecuentemente con un estilo más experimental o complejo, y otras más ligeras, generalmente con temas más íntimos, cómicos y eróticos. Entre las primeras se puede mencionar La Guerra del Fin del Mundo o La Fiesta del Chivo, y entre las segundas La Tía Julia y el Escribidor o la serie de Elogio de la Madrastra y Los Cuadernos de Don Rigoberto. Precisamente de esta serie proviene una de las dos tramas de esta novela que, sin dejar de tratar temas relacionados con la política, está escrita en un tono más de comedia, así sea negra. Muestra, desde luego, todo el oficio de un maestro aún en plenitud de facultades.

Mario Vargas Llosa (1936). www.catedravargasllosa.org

Las dos tramas principales transcurren de manera paralela, apenas conectadas por una vaga alusión, hasta que se cruzan ya muy cerca del final. La primera concierne a Felícito Yanaqué, un cincuentón de origen humilde (de la pobreza extrema, en realidad), que a partir de su esfuerzo, rectitud e instinto para los negocios ha logrado levantar una próspera empresa de transporte. Se casó muy joven, al embarazar a una chica, pero su matrimonio está muerto: Gertrudis es una mujer apática, descuidada y mojigata con la que Felícito apenas se habla. Tienen dos hijos varones que trabajan en la empresa. Felícito tiene una amiga cercana, Adelaida, que alguna vez le salvó la vida y es una vieja mulata atormentada por premoniciones. Tiene también una amante de planta, Mabel, una joven atractiva a la que pone casa. Viven en la norteña ciudad de Piura.

Piura y el río que la divide. www.blog.hoteleus.com

Un día, recibe un anónimo “firmado” con un dibujo de una arañita. Le exigen una cuota de protección. Un amigo y competidor le aconseja que pague, para evitar desgracias. Todos lo hacen pues, tristemente, con la prosperidad del Perú ha llegado la extorsión criminal. Aterrado, Felícito decide no ceder: no se ha matado trabajando toda la vida para que las ganancias se las lleven unos huevones. Acude a la policía, donde “atienden” el siniestro capitán Silva y su subordinado, nuestro viejo conocido de otras novelas. Lituma. Aunque pronto traba amistad con éste, los policías se muestran apáticos. Como los anónimos siguen, Felícito publica un mensaje en el periódico, denunciando la extorsión y diciendo que no piensa pagar.  Se vuelve un héroe de la ciudad: la gente lo saluda en las calles y lo aceptan en el club más exclusivo. No le hace gracia la celebridad: le gusta la vida discreta, sus visitas semanales a Mabel y el trabajo duro. Pronto los delincuentes le queman la oficina y secuestran a Mabel. Finalmente la policía entra en acción; Lituma sospecha de sus propios primos, los antiguos Inconquistables de La Casa Verde, y comienza a investigar, pero Silva tiene otras sospechas. El escándalo y la investigación, por supuesto, transforman la vida del pobre Felícito.

www.infobae.com

Mientras tanto, en Lima, don Rigoberto está a punto de jubilarse de la empresa de seguros en que trabaja. Es un hombre próspero y culto, felizmente casado con Lucrecia y padre de Fonchito, de su primer matrimonio, un chico angelical/diabólico que tiene una relación extraña con Edilberto Torres, un hombre mayor que se le aparece y que puede ser real, sobrenatural o imaginario. La vida de Rigoberto también se trastorna, cuando su jefe viudo, Ismael, le pide que sea testigo de su boda con su criada Armida. La boda hace que monten en cólera los hijos de Ismael, dos delincuentes, juniors disolutos y violadores, que amenazan a Rigoberto y lo meten en muchos líos.

El barrio de Miraflores, en Lima. www.peruforless.com

Con enorme agilidad y humor, pero sin evadir los temas dramáticos y profundos, Vargas Llosa va llevando las dos tramas hasta su enlace final. Como en sus novelas más experimentales, entrevera conversaciones en dos planos temporales, enriqueciendo las reflexiones y recuerdos de personajes tridimensionales y atractivos. El relato es un juego de contrastes: la provinciana Piura y la sofisticada Lima; la clase media empresarial, surgida del trabajo esforzado, y la abundancia del privilegio; los hijos trabajadores y los parásitos; el matrimonio comatoso y el vivaz, satisfactorio; la traición y la lealtad; el clasismo triunfante y derrotado; la banalidad frívola y la riqueza de la cultura.

Las empleadas domésticas de Rigoberto e Ismael contrastan con la amante de Felícito; el chofer Narciso juega un papel importante; y la “relación” de Fonchito y Edilberto le da un contrapunto semifantástico a la historia. Los retratos urbanos de Piura y Lima redondean el contraste de una historia conmovedora, variada y astutamente trazada, una muestra más del poder creativo de este gran autor.

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