EL GRAN MEAULNES. Alain-Fournier. Planeta. Barcelona, 1980 (1913). 228 pp.
Fournier utiliza sus recuerdos infantiles de la bellísima región boscosa-pantanosa de La Sologne, en el centro de Francia, para crear esta historia fantasmagórica, a un tiempo gótica y romántica, sobre el misterioso Augustin Meaulnes. Francois, el protagonista-narrador, es el hijo del profesor del pueblo. A la casa-escuela llega Meaulnes a vivir, un chico misterioso, líder, que un día se pierde en el bosque. Vagando en busca del camino perdido, encuentra una gran mansión donde, al parecer, se prepara una fiesta. Meaulnes se duerme en una habitación, donde alguien le deja ropas nuevas. Meaulnes participa en la extraña fiesta – una boda que se frustra – y en ella conoce a una mujer que lo fascina para siempre. Al día siguiente Meaulnes encuentra cómo regresar a casa, pero sin tener posibilidad de descifrar el camino. El resto de su vida será un largo y frustrante esfuerzo por encontrar la enigmática mansión y a la mujer de su extraña experiencia – ¿o sueño? -.
Se va a París y cambia de vida, pero su amigo Francois, por casualidad, lo ayuda a encontrar a Yvonne. Los amantes se reencuentran, pero una vieja deuda de honor de Meaulnes con Frantz, el hermano de Yvonne, los separará. Una novela simplemente maravillosa, la novela del fin de la adolescencia, que ameritará más de una lectura. Una síntesis perfecta de novela de juventud, evocación nostálgica de un pasado bucólico perdido – Fournier murió a los 27 años en la I Guerra Mundial – novela de misterio – ¿es realidad o un sueño la anacrónica fiesta en la mansión? – y novela de romance trágico.
Fournier logra admirablemente la recreación de un lugar y una época particularmente bellos y aislados del mundo exterior. Pero esta historia está lejos de ser una novela rosa: la historia de Frantz de Galais, el hermano de Yvonne, es una saga negra de desamor y locura, en la que Mealunes se ve involucrado por una promesa hecha a Frantz, que lo impele a abandonar su felicidad por ir en busca de cumplir una promesa de honor. Como dice la cubierta de esta edición, se trata de “una misteriosa aventura en los límites del sueño y la realidad”, con el narrador-amigo que juega un papel, secundario pero importante en la historia (a la manera del narrador de Doctor Faustus, de Mann, o de muchos narradores de Somerset Maugham). En todos sentidos, se trata de una de esas raras obras maestras solitarias, en este caso por la lamentable y prematura muerte del autor. Una obra verdaderamente original y memorable.
Un comentario
Gracias mil, siempre he encontrado que me abres una ventana a una obra generadora de interés por conocer más.