THE KNOWN WORLD. Edward P. Jones. Harper Collins. New York, 2009 (2003). 432 pp.
Entre el puñado de novelas que he leído, cuyo tema central es la esclavitud, esta es sin duda la mejor (seguida de cerca, aunque en un tono totalmente diferente, por Flash for Freedom!, de George MacDonald Fraser). Además de su prosa impecable, tiene tres grandes aciertos: la estructura, que va y viene en el tiempo (sin confundir), lo que permite conocer las historias pasadas y futuras de los personajes; saltarse la Guerra Civil norteamericana (1861-65), que evita distracciones con batallas y política; y sobre todo, el que los esclavos sean posesión de otros negros, lo que permite eliminar el maniqueísmo racial y concentrarse en el fenómeno, por sí mismo, de la esclavitud y la aberración que representa independientemente del color de amos y esclavos (el autor es afroamericano).
El relato comienza en 1855, en Virginia, con el retrato de Moses, un hombre de 35 años que funge como capataz de los otros 32 esclavos de Henry y Caldonia Townsend. En el condado de Manchester hay 34 familias negras libres, de las cuales ocho poseen esclavos. El día del comienzo, Henry muere. Enseguida se nos comunica su historia: cuando es niño, su padre Augustus compra su propia libertad y, poco después, la de su esposa, Mildred. Su amo, William Robbins (blanco), retarda la liberación del pequeño Henry, al que cría como entenado, pues le toma cariño. El propio Robbins tiene dos hijos, Louis y Dora, con una de sus esclavas. Éstos viven cómodamente en el pueblo más cercano a la plantación. Tras la muerte de Henry, Caldonia piensa liberar a sus esclavos, pero su madre, Maude, se lo impide: son suyos legalmente y son su patrimonio. Hay, pues, negros con remordimientos y negros que se rehúsan a contemplarlos siquiera, llevados por la codicia, por naturaleza egoísta. Por otro lado, está el caso de otro protagonista central, el sheriff blanco John Skiffington, casado con una mujer blanca del norte libre, Winifred, quienes reciben como regalo de bodas a Minerva, una esclava a la que crían como hija. Ante la prohibición de su madre, Caldonia dirige palabras de amor a sus esclavos y promete tratarlos bien, pero ahí está el quid del asunto: el trato no es lo que importa; el hecho en sí de la esclavitud es lo que está mal.
Otra historia paralela es la de Elias, un esclavo que había intentado escapar: “Un esclavo fugitivo era, de hecho, un ladrón, dado que había robado la propiedad de su amo: él mismo”. Elias es capturado y luego se casa con Celeste, una mujer lisiada. Una historia más concierne a Alice, una esclava mentalmente perturbada, pero inofensiva, que baila sin ton ni son, dice incoherencias y, por las noches, vaga por los confines de la plantación.
Hay más historias de más personajes, todos interrelacionados, de manera que la novela abarca varias décadas en las vidas de un amplio abanico de personas: el viaje pesadillesco de Counsel por varios estados del sur; la recaptura, ilegal, de Augustus y su venta como esclavo por el corrupto alguacil Travis; las noches en el bosque de Moses, aterrorizado por la loca Alice; el equívoco romance entre Moses y Caldonia; el enamoramiento de Calvin, hermano de Caldonia, hacia Louis; Darcy y Stennis, traficantes de esclavos liberados; Priscilla y Jaime, esposa e hijo de Moses; el final de Skiffington y Mildred; y el sorprendente destino de Elias y Celeste. El final contiene una gran sorpresa.
Una novela muy ambiciosa y lograda, retrato incomparable de la esclavitud, con personajes maravillosos, que no se regodea en lo sórdido, ni cede al chantaje sentimental. Gran libro.
2 respuestas
Excelente el comentario, como es tu costumbre. El número de novelas sobre la esclavitud en Estados Unidos es enorme. No he leído nada de este autor, pero la novela es muy interesante. Acabo de leer Las Memorias de Hernán, de Christian Leverger, escrito como autobiografía. Es un Cortés muy diferente al de la historia de bronce, gran promotor del mestizaje y opuesto a la esclavitud
Algo muy importante mencionar es que Estados Unidos fue el último país en abolir la esclavitud en el mundo.
A pesar de esta muy buena novela qué hay que tenerla en cuenta pero debe conectarse a mi entender con la gran novela de Margaret Mitchell’s la epopeyica “Gone with the wind “
Eso nos da un completo panorama y sobretodo la figura de los Carptbaggers que vinieron después de que el ejército de la Unión venció al Confederado