A SYNOPSIS OF BYZANTINE HISTORY, 811-1057. John Skylitzes. Cambridge U.P. Cambridge, 2011 (c. 1090). 491 pp.
Esta es la primera traducción completa al inglés de la obra histórica de Skylitzes, un alto funcionario del Imperio Romano de Oriente (IRO) al final del siglo XI. Los expertos calculan que la obra fue escrita entre 1080 y 1090. Esta edición es fruto del trabajo de muchos años de un equipo internacional encabezado por dos franceses (e introductores del texto aquí): Jean-Claude Cheynet y Bernard Flusin, más un canadiense, autor de esta traducción al inglés, John Wortley.
La obra de Skylitzes no es original, es el compendio y edición, en una narración fluida, de diversos textos de primera mano. En cualquier caso, Skylitzes escribe sobre el pasado reciente, comenzando dos siglos y medio antes de su tiempo. Skylitzes cita en varias ocasiones, favorablemente, a Miguel Psellus, cuyas memorias, Fourteen Byzantine Rulers, son otra fuente invaluable de información de primera mano sobre este período. Psellus era un poco mayor, y los dos hombres se deben haber conocido en la corte.
El libro traza la historia del IRO (o bizantino), desde el ascenso de Miguel I Rangabes, en 811, hasta la muerte de Miguel VI el Viejo, en 1057. Cubre, así, 23 reinados. Lo primero que salta a la vista al ir leyendo es el grado increíble de locura religiosa y superstición de la sociedad bizantina: a lo largo de la historia, las disputas teológicas (imbricadas indisociablemente con las políticas) permean la formación de facciones y la división política y social, así como la política interior y exterior. Otro aspecto perenne es el enfrentamiento entre los emperadores y la nobleza latifundista. La galería de personajes es, desde luego, fascinante, disparatada y aterrorizante. Queda muy claro que los bizantinos, por mucho que hayamos heredado de ellos culturalmente, no son nuestros contemporáneos en ningún sentido. La vida en la corte se revela como un infierno de intrigas, golpes bajos, usurpaciones y asesinatos. Como muchas o todas las cortes y círculos gobernantes, sin duda, pero en una versión extrema. Son muchos emperadores para una reseña, y los hechos numerosos y complejos, pero algunas grandes tendencias y momentos podrían ser los siguientes.
Durante todo el período cubierto, las recurrentes guerras y pactos con los búlgaros determinan la política del imperio. A veces vencedor y a veces derrotado, el imperio logró contener a los búlgaros. Un emperador, el gran Basilio II (quizás el mejor de ellos entre los incluidos) pasó a la historia como el “Matabúlgaros”.
Durante la primera parte del período, la lucha entre iconoclastas y partidarios de las imágenes religiosas (como Skylitzes) determina el curso de la política. Además de las frecuentes rebeliones y golpes de estado, muchos de ellos exitosos, pronto el imperio se tuvo que enfrentar a una amenaza, la más grave de su historia, que terminaría por destrurlo en 1453: el islam. Los diversos estados musulmanes pelearon contra Bizancio durante siglos, con diversa fortuna. En 860, además, llega el primer ataque ruso.
Durante el reinado de Miguel II (842-867) y su madre Teodora, los búlgaros son cristianizados y renacen la filosofía y la cultura. No gracias a Miguel, manirroto, ignorante y borracho (loco por las carreras de caballos), sino a Teodora y sus ministros.
Basilio I (867-886) inaugura la longeva dinastía macedonia (aunque era armenio). Después de asesinar a su predecesor, instauró una amplia y benéfica reforma judicial, así como un intenso programa de restauración y construcción, además de obtener victorias navales contra el islam. Bajo Romano I Lekapeno (919-944), corrupto y usurpador, fue cuando los búlgaros estuvieron más cerca de tomar Constantinopla, al fallar la política de sobornar enemigos. Con Romano II el Joven termina esta dinastía.
Luego de un período de caos, en 963 toma el poder Nicéforo Fokas, que derrota a los musulmanes en Cilicia, Chipre y Antioquía, aunque pierde Sicilia.
Basilio II (976-1025), un buen emperador, derrotó las serias rebeliones de Bardas Fokas y Bardas Skleros. Es responsable del horrendo episodio de los soldados búlgaros derrotados que envió de regreso, un tuerto guiando a 99 ciegos, por cada cien. Entre Romano II y Basilio II ocurre un refortalecimiento del imperio, con grandes éxitos en política exterior. Romano III Argyros fue justo y competente, probablemente asesinado por su esposa Zoé y su amante, Miguel IV el Paflagonio, hermano del siniestro y poderoso eunuco Juan Orphanotropos, un ser malvado, corrupto y pervertido, eminencia gris del gobierno junto con la temible Zoé, su enemiga. A la muerte de Miguel IV, Zoé impone al sobrino de éste, Miguel V, y se dehace del Orphanotropos. Una revuelta “popular” asesina al emperador, y la turba saca de su monasterio a la princesa-monja Teodora, comenzando el reinado conjunto de ésta y su hermana, Zoé.
En el reinado de Constantino IX Monómaco (1042-1055), los turcos selyúcidas, futuros verdugos del imperio, dominan Persia y amenazan Constantinopla. Tras el breve e inepto reinado de Miguel VI el Viejo, ocurre la insurrección de Isaac Comneno, que inaugura una nueva dinastía.
Fascinante historia, colorida y exótica, que junto con la obra de Psellus conforma una fuente crucial de esta época tan importante para la configuración del mundo medieval.
5 respuestas
El arte de ese período tiene características muy especiales. No estaba consciente de que tan turbulento momento histórico vivieron los artistas de esa época. Lo cierto es que crearon un estilo único que ha llegado hasta nuestros días.
Me encantó tu artículo
Gracias Memo.
Fascinante reseña sobre este sector de la historia y el mundo. Importante para luego entender el imperio otomano. Saludos.
¡Fascinante! Digno de una serie de esas llenas de sangre e intrigas. Como siempre. Gracias!!!
Gran artículo Guillermo, me encantó. Es un período fascinante de la historia que es importante conocer algo de esas turbulencias político – teológicas de la época ya hacia el 1050 y el rompimiento de la la Iglesia de Oriente con Roma.
Saludos y gracias!