EL VILLORRIO. William Faulkner. Unidad Editorial. México, 1999 (1940). 318 pp.
Novela de madurez que, sin perder la esencia faulkneriana, es de una construcción más sencilla que varias de sus obras maestras. Ubicada, naturalmente, en el mítico condado de Yoknapatawpha, en Mississippi, narra el profundo impacto que tiene sobre los habitantes del rural “Recodo del francés” la llegada de un tal Flem Snopes y su parentela. El pueblo es dominado por un viejo cacique, Will Varner, que posee las mejores tierras, la tienda, la desmotadora de algodón, la herrería, y que incluso pone y quita al maestro de la escuela. Snopes, venido de quién sabe dónde, se emplea como dependiente de la tienda y poco a poco se va apoderando de todo, de forma metódica y sin piedad, traicionando incluso a sus familiares.
La narración es polifónica y confusa, revelada por medio de las conversaciones de los habitantes, que suelen pasar el día haraganeando y chismeando en la veranda de la tienda. Tal vez el narrador principal sea Ratliff, un vendedor ambulante de máquinas de coser que conoce a todo el pueblo gracias a años de visitas frecuentes. Como en todo Faulkner, el relato tiene tintes épicos y bíblicos, y parece hablar de tiempos inmemoriales y legendarios. Se trata de un pueblo miserable en el que los habitantes sobreviven de milagro y en el que los pocos e insignificantes incidentes adquieren tonos históricos. Contiene numerosas digresiones que podrían ser narraciones cortas individuales, las cuales estructuran la novela y constituyen los pasajes más memorables de la misma. Entre las más notables: la vida de Eula, la hija menor de Varner, una niña obesa, voluptuosa e increíblemente perezosa y mimada que, no obstante, despierta bajas pasiones entre los lugareños con su sensualidad, a la vez inocente y sexualmente feroz. Otra: la difícil vida del maestro de escuela que renuncia a un futuro promisorio a causa de su obsesión sexual por Eula, a la que ataca en el salón, recibiendo una determinada respuesta y la indiferencia de la familia. En su momento, Flem Snopes compra a Eula y consolida su posición dominante. Otra historia es el idílico y tierno romance entre un primo de Snopes, retrasado mental, y la vaca de un vecino.
O la gran historia de la estafa de los caballos manchados, en la que un hombre de Texas, aliado con Snopes, lleva una manada de caballos salvajes y se los vende a los lugareños, gracias a una ingeniosa triquiñuela que casi tiene consecuencias trágicas. Finalmente, la búsqueda febril y afanosa del oro del francés, supuestamente enterrado en la vieja propiedad del fundador original, en la que participan Armstid, un viejo enloquecido; un vecino llamado Bookwright y el propio Ratliff, además de un vidente. Se trata, por supuesto, de otra estafa de Snopes.
En manos de Faulkner una historia rural, sórdida como pocas y miserable, adquiere rasgos de mito homérico. La potencia de las descripciones, el tono épico y la audacia literaria brillan tanto que el autor se fascinó y prosiguió, en otras obras, la saga de los Snopes.
6 respuestas
Faulkner… todo un pendiente y The Hamlet parece una buena opción para entrarle. ¡Gracias!
Gracias. Indiscutible influencia de su obra en los escritores latinoamericanos más reconocidos.
Faulkner nos muestra en El Villorio (The Hamlet) uno de esos «sures» en los «nortes». Saludos.
Muchas gracias, Memo.
Me impactó la manera de narrar de Faulkner en Mientras Agonizo, con un personaje narrando su historia en cada capítulo. Y construye los personajes principales alrededor de un pecado capital. Veo semejanza entre estas dos obras.
Estoy leyendo ese libro. Es verdad. Relata la llegada de los Snopes a la tierra de los Varner. Lo del asesinato y lo de el enamoramiento de la vaca pasan de manera confusa. Parece ser la intención del autor. Interesante.