STALINGRAD. Vasily Grossman. NYRB. New York, 2019 (1952-1956). Traducción de Robert y Elizabeth Chandler. 1,053 pp.
Ni siquiera en ruso existe una edición tan completa como esta, que combina la rusa de 1956 (la menos censurada de las publicadas en la URSS) con el famoso “tercer manuscrito” que contiene la versión más larga y trabajada. Stalingrad es la primera parte de la dilogía completada por la más famosa Vida y Destino, y es indispensable para conocer los antecedentes de los personajes de ésta. La acción se desarrolla entre el 29 de abril de 1942 y octubre de 1943, principalmente en Stalingrado y alrededores, con algunas escenas en Moscú y otras localidades.
Grossman comienza por describir la reunión, en Salzburgo, entre Hitler y Mussolini. A pesar de la reciente derrota a las afueras de Moscú, el nazismo se encuentra en su máximo punto de expansión y poder. Visto que no se puede atacar en los tres frentes rusos, Hitler le informa a su colega-subordinado que ha decidido concentrarse en el frente de Stalingrado, con el fin de cruzar el Volga y apoderarse del Cáucaso y sus reservas de hidrocarburos. Esta escena es un retrato magistral de los dos mortíferos bufones. Acto seguido, nos presenta a Pyotr Vavilov, un campesino que se despide tristemente de su familia para ir a la guerra. Vavilov es una especie de encarnación del espíritu de los campesinos soviéticos, y reparecerá en varios momentos de la trama, sobre todo en la defensa de la estación ferroviaria.
Luego, la acción se traslada a la ciudad, con una larga descripción de la familia protagonista, los Shaposhnikov, encabezados por la matriarca Alexandra, química industrial. Grossman nos presenta a cada miembro de la familia, así como a sus amigos y compañeros de trabajo y escuela, y nos relata sus historias. Dos nietos de Alexandra van a la guerra. Los Shaposhnikov son fieles partidarios del comunismo, a pesar de sus orígenes en la pequeña burguesía. Una hija, Marusya, es funcionaria del partido y su esposo, Spiridiónov, es director de la termoeléctrica. Marusya es fanática del régimen, y en un pasaje crucial (p. 99) discute con Sofya Osipovna, una doctora amiga. Marusya está a favor de la censura y la propaganda, con el pretexto de que hay dos verdades, la aparente y la revolucionaria. Sofya la refuta: “si comienzas a perseguir dos verdades no alcanzarás ninguna”. La hermana mayor, Ludmila, está casada en segundas nupcias con Víktor Shtrum, un físico destacado cuyas secciones contienen muchas observaciones precisas sobre el estado mental de quienes experimentan la guerra. La hermana menor, Zhenya, es pintora; su exmarido Krymov y su actual pretendiente, Novikov, son dos personajes centrales con posiciones de mando en el ejército. Krymov es, parcialmente, vocero y representación de las opiniones de Grossman. Tanto Shtrum como Krymov y Novikov rememoran el comienzo de la invasión nazi en 1941. Después, asistimos a sus roles en el asedio de Stalingrado. La historia de la madre de Shtrum, quedada atrás en Ucrania y ejecutada por los nazis, es un reflejo de la historia de la madre de Grossman.
A lo largo de la novela, Grossman dialoga con la sombra de Tolstoi (a quien emula explícitamente) y su Guerra y Paz. A diferencia del conde, que escribe décadas después de los sucesos, Grossman utilizó las muchas notas que tomó durante la guerra, como corresponsal. Sus recuerdos son de primera mano y relfexiona sobre los hechos: “los escritores de novelas sobre guerra no deberían escuchar conversaciones como esta”, dice refiriéndose a su diálogo con un veterano en las trincheras. La guerra, lejos de gloriosa, es sórdida. Grossman va analizando también la situación estratégica. Hitler va ganando, sin duda, pero todo está cambiando; todo, menos su estrategia. El invierno ya le ha hecho mella y ha alargado demasiado sus líneas de abastecimiento; la URSS ha multiplicado su producción de armamento y la entrada de EUA modifica la correlación de fuerzas. Pero el Führer está ensoberbecido y cegado. Con Krymov, asistimos a la larga y penosa retirada soviética, a partir del verano de 1941 y hasta el 28 de julio de 1942, cuando Stalin emite la orden de “ni un paso atrás”, bajo pena de muerte.
En la siguiente parte, Grossman nos presenta a Pavel Andreyev, un viejo y prestigiado obrero de la siderúrgica de Stalingrrado, y a través de él hace un retrato de la vida industrial soviética. Nos cuenta también sobre Seryozha, el adolescente Shaposhnikov que se estrena en la guerra. En el crucial capítulo 30, hace un análisis de Hitler, su condición de eterno fracasado y su pulsión necrofílica: “su llegada al poder de ninguna manera aminoró su complejo de inferioridad, demasiado arraigada. Su aparente arrogancia no era más que una máscara”.
El 23 de agosto comienza la batalla. El edificio donde viven los Shaposhnikov es destruido por bombas y la familia termina de disgregarse. El final de la novela es un recuento puntual de las acciones bélicas y del destino de cada uno, de las decenas de personajes, entre agosto y octubre. La batalla por la estación de ferrocarriles es central, y Grossman describe también a oficiales y soldados nazis durante las acciones. Termina con Krymov cruzando el Volga para unirse a la defensa y, desde luego, no concluye, cosa que hará en Vida y Destino. Esta novela épica, una de las más importantes del siglo XX, es digna sucesora de Guerra y Paz, pero con todos los horrores de la IIGM.
La prosa de Grossman es precisa; su ritmo se adapta al de los acontecimientos en una estructura sinfónica, que alterna pasajes de reflexiva rememoración con vertiginosas escenas de lucha; secciones que que muestran la vida durante los intervalos entre ataques, con momentos de horror, pánico y sangre; retratos históricos con las introspecciones y vida emocional de los personajes.
Es, sin duda, una glorificación del espíritu de lucha de los rusos y de la esperanza universal depositada en el sistema soviético, pero Grossman no escribe panfletos: muestra las verrugas y llagas del régimen; su corrupción y deshumanización; la bienvenida que muchos rusos dan a los nazis como sus liberadores de la opresión sádica de Stalin. Por eso precisamente fue tan censurada y Vida y Destino prohibida incluso por los sucesores de Stalin.
Los personajes nos son revelados en toda su complejidad y ambigüedad; incluso los que cumplen una función simbólica tienen una rica vida interior, historia, anhelos y frustraciones. Es sin duda una obra mayor, fundamental para entender el siglo XX, y una novela de enorme ambición lograda.
4 respuestas
Excelente comentario. Hay una repetición de sus dos primeros párrafos. Es un libro que vale mucho la pena de leer. Desconocía que había varias versiones, dependiendo de dónde se había publicado
Mil gracias Fernando, ya corregí la repetición, saludos.
Excelente Memo, gracias. Esa es una parte del mundo que ha cambiado de manera impresionante y que se conocen poco los cambios. Las batallas durante le segunda GM dejaron huella en esa región.
Gracias Memo. Una gran obra sin duda que habrá de revisarse con visión historica. Saludos.