EL JARDÍN DE LOS FINZI-CONTINI. Giorgio Bassani. Acantilado. Barcelona, 2017 (1962). Traducción de Juan Antonio Méndez. 295 pp.
La tercera parte de La Novela de Ferrara es también la más famosa. Al alto nivel literario de sus predecesoras, esta parte añade una dimensión épico-intimista, proustiana si se quiere, al elevar la reminiscencia de juventud a toda una elegía sobre un mundo perdido irremediablemente. El paso del tiempo, y sobre todo la supresión abrupta y violenta de ese mundo, dan una pátina legendaria a los recuerdos del narrador. El jardín de los Finzi-Contini es mucho más que un terreno alrededor de una casa: es el Paraíso Perdido, aunque en ese paraíso hayan naufragado las esperanzas del narrador (el mismo de la novela anterior). En efecto, es la historia de dos naufragios: el del amor del joven por Micol, y el del mundo judío de Ferrara.
Muchos años después de la Segunda Guerra Mundial, el narrador visita unas tumbas etruscas cerca de Roma. Una chica del grupo comienza a preguntarse por las vidas de esas personas. Nadie puede responder: no hay testimonios. En ese momento, el narrador decide recuperar su tiempo perdido y conservarlo para el futuro.
El joven (innombrado) pertenece a una familia judía de buena posición, a secas. En la sinagoga se sientan una fila delante de los Finzi-Contini, aristócratas judíos que viven en una mansión rodeada por un inmenso jardín y otras dependencias, llamada Barchetto del Ducca. En su primera adolescencia, y tras reprobar un examen de matemáticas, el chico se esconde, afligido, en las murallas sobre el jardín. Micol Finzi-Contini, de su edad, lo consuela en un incidente extraño, semi-onírico (o así ha quedado en el recuerdo), y él queda deslumbrado por la bella e inteligente niña, pero la relación no se consolida.
Años después, en 1938, entran en vigor las Leyes Raciales impuestas por Hitler a Mussolini. Todos los judíos, entre otras medidas de segregación más graves, son expulsados del Club de Tenis. Un día el joven, de unos 20 años, recibe una llamada de Alberto Finzi-Contini, al que conoce superficialmente, invitándolo a jugar tenis en su casa. Se integra así al mundo íntimo de la familia, como otros chicos y chicas, pero de manera mucho más estrecha. El padre, un hombre rico y muy culto, se interesa por la tesis del joven y le abre las puertas de su riquísima biblioteca, con un estudio anexo al propio, para que trabaje. Además, Alberto procura su amistad y le presenta a su otro íntimo, Giampiero Malnate, algo mayor, químico, con el que tiene una relación misteriosa. La presencia cotidiana en su casa le facilita dar largos paseos con Micol. Desde un principio es obvio que está obsesionado con ella, aunque Micol le deja muy claro que no puede amarlo. El joven sospecha que tiene una relación con Malnate.
Incluso durante el invierno, cuando no hay tenis, sigue asistiendo a la casa, a trabajar y a estar con Alberto y Malnate. Micol se ha ido a Venecia a trabajar en su propia tesis. Sus relaciones con Ermano, el padre, se estrechan cuando éste pone a su disposición las cartas del célebre poeta Giosué Carducci a su madre, una belleza legendaria. Con Malnate sostiene acaloradas discusiones políticas. Es 1939 y la guerra se avecina.
Cuando Micol regresa, se establece entre ellos una relación tormentosa y cruel por parte de ella, como defensa ante la obsesión del joven. Micol es un personaje complejo y enigmático. Enferma, y atendida por su admirador, le dice que no lo puede amar porque el amor no funciona entre seres iguales, como ellos dos, que aman el pasado más que el presente, y que avanzan con la mirada hacia atrás, deseando que el presente se convierta ya en recuerdo. Termina por explusarlo de la casa, salvo para jugar tenis de vez en cuando.
En su desesperación, entabla amistad con Malnate, con el que tiene largas conversaciones y algunas juergas. Al final de una de éstas, encuentra despierto a su padre (con el que ha tenido una relación tirante) y conversa con él. Es una escena conmovedora de comunicación, afecto y honestidad, que termina en un abrazo “tiernísimo”.
Lo que sigue es, literalmente, historia: el comienzo de la guerra y del fin del mundo judío. Como las otras partes, es un libro de una profundidad poética notable, ambiguo, enigmático y abierto a interpretaciones.
Un comentario
Éste ya lo había leído y tu resumen es excelente. Felicidades