OPUS NIGRUM. Marguerite Yourcenar. Alfaguara. Madrid, 1985 (1968). Trad. Emma Calatayud. 414 pp.
Tanto Memorias de Adriano como esta obra son biografías de sus protagonistas (autobiografía ficticia de un personaje real, la primera, y biografía de un personaje ficticio, la segunda), pero también novelas de ideas. Si la primera se sitúa en el apogeo del Imperio Romano, esta segunda recorre el siglo XVI describiendo una de las principales vías de paso de la Edad Media al Renacimiento, la de la transformación de la filosofía escolástica y la alquimia en la filosofía moderna (que comenzará propiamente en el siglo XVII con Descartes y Spinoza) y la ciencia moderna de Galileo y Newton.
La acción se sitúa principalmente en Brujas y Múnster, con episodios en Colonia, Innsbruck y el norte de Italia. El protagonista central es Zenón, un bastardo hijo de un cura florentino y una rica dama de Brujas que nace en esta ciudad. Su madre se casa luego con un anabaptista de Amsterdam con el que se muda a Münster, ciudad en la que forman parte de la “Rebelión de Münster” (1534-35), en la que los anabaptistas tomaron el poder en un episodio que degeneró en totalitarismo sangriento aplastado por fuerzas católicas y luteranas, y que es descrito en detalle por la autora.
La primera parte, “La vida errante”, contrasta las evoluciones de Zenón, quien se ordena como cura y vaga por Europa estudiando alquimia y filosofía, y de su primo Henri-Maximilien, quien va de un lado a otro como “soldado de fortuna” en las guerras religiosas e independentistas de ese turbulento siglo.
En la segunda parte, “La vida inmóvil”, un Zenón cercano a la cincuentena regresa a Brujas con nombre falso, pues se ha hecho famoso como mago, alquimista y ateo gracias a sus obras filosóficas, que lo han hecho legendario y objeto de la persecución de la Inquisición y de los protestantes. Zenón ha estado en España, Francia, Turquía y otras partes. Es un hombre más sabio y desencantado de lo que era al salir de Brujas, un librepensador que repudia la magia, la alquimia y la religión y que se ha concentrado en el estudio y práctica científica de la medicina. En Brujas se aloja con uno de sus antiguos mentores, cuya criada lo acosa sexualmente, y que le deja su fortuna al morir. Zenón la dona al convento de los franciscanos a cambio de que lo dejen vivir ahí a cargo del dispensario médico. Prosigue sus estudios, pero vive con el constante temor de ser reconocido y denunciado. La situación se va complicando por las guerras, tanto las religiosas como la lucha de independencia de Flandes de la dominación española, y Zenón se ve envuelto tanto en estos conflictos como en el secreto sobre una secta “satánica” en la que participan monjes del convento, entre ellos su asistente, y que realiza rituales orgiásticos y blasfemos con una joven noble y su criada. Cuando la chica aborta, se desata el escándalo y Zenón, después de vagar por Holanda indeciso sobre escapar o no, es apresado.
La tercera parte, “La prisión”, relata el juicio y los últimos años de Zenón. Se le ofrece un perdón parcial a cambio de renunciar a sus creencias, pero Zenón declina. Es en estos últimos capítulos donde conocemos más a fondo la trayectoria intelectual de Zenón y de su siglo. Inspirado en Paracelso, Vesalio, Miguel Servet, Campanella y Leonardo, Zenón personifica las dudas y la búsqueda de los librepensadores de su época, que luchaban por librarse de las religiones, la astrología y la alquimia para acceder a una forma de conocimiento racional, basado en la evidencia y la experimentación, y que sufrieron las persecuciones de iglesias e imperios.
La novela es muy atractiva y dinámica, combinando con fortuna las aventuras, intrigas, disputas políticas y religiosas, el contexto social y cultural y los debates intelectuales. Yourcenar rodea a Zenón de personajes complejos y multidimensionales, desde su tío banquero e industrial hasta la familia Fugger, el médico Myers, el abad franciscano, el canónigo Campanus, la criada acosadora y el satánico monje asistente. Una novela que debería ser más conocida, leída y celebrada.
