THE SLEEPWALKERS. Hermann Broch. Vintage. New York, 1996 (1931-1932). Traducción de Willa y Edwin Muir. 648 pp.
Aunque su acción transcurre totalmente en Alemania, esta novela cubre tres épocas muy distintas – 1888, 1903 y 1918 – y reflexiona sobre asuntos de importancia para toda Europa, y de hecho para todo el mundo. Este volumen reúne las tres novelas que conforman la obra en la que Broch, judío austríaco, se mete en la piel de tres tipos de alemán en tres momentos diferentes, como si quisiera comprender, desde los años de 1930, los motivos del lobo que, en el momento en que escribe, está a punto de soltar su zarpazo más letal y destruir las vidas de millones de personas. El mismo Broch, aunque sobrevivirá a la catástrofe (murió en 1951), quedará exiliado, humillado y empobrecido.
El primer libro, The Romantic, disecciona a la pequeña nobleza rural prusiana. Joachim von Passenow es un oficial del ejército, con tendencias puritanas, que a regañadientes lleva a su padre a un burdel durante una visita de éste a Berlín. Joachim conoce a una “bailarina” húngara, Ruzena, con la que comienza una relación. Se reencuentra con un compañero, ahora próspero empresario, Bertrand. La relación tormentosa con la volátil Ruzena se mezcla con la conflictiva amistad con Bertrand, resultando un extraño triángulo que no se consuma sexualmente. Los padres de Joachim lo quieren casar con la vecina, una mujer bella y reflexiva que no lo ama. Mientras la relación con Ruzena y Bertrand se complica, Joachim se enfrenta a un duro dilema y su psique comienza a sufrir, atrapada entre tres fuegos: las exigencias familiares y de clase, sus impulsos y su conciencia. El ejemplo de Bertrand lo perturba y acontecimientos familiares inesperados y trágicos lo precipitan hacia una decisión, cuyas consecuencias ya veremos. En un Berlín decadente ya desde 1888, el prusiano “puro” se debate entre sus raíces rurales y el avistamiento de otro mundo que lo atrae y lo repele fatalmente. No hace falta querer encontrar simbolismos fáciles (el choque entre la ética puritana rural y la modernidad) para apreciar el conflicto interno del protagonista.
The Anarchist, que se desarrolla en 1903, nos presenta a August Esch, un hombre de 30 años que ha sido despedido de su trabajo como contador en Colonia. Habitual del restaurante de Mother Hentjen, ahí se encuentra con Martin, su amigo sindicalista y lisiado. August encuentra trabajo en Mannheim, donde renta un cuarto en casa de su compañero Balthasar Korn y su hermana Erna, solterona y fea. Korn es el prototipo del futuro nazi: vulgar, violento, racista e insensible. Con él, August frecuenta burdeles y teatros y se hace amigo de una troupé de cirqueros. Se enamora perdida e infructuosamente de Ilona, una judía húngara asistente de mago. Renuncia a su empleo para convertirse en empresario teatral en Colonia. Ahí, vuelve a frecuentar a Mother Hentjen, viuda que odia a los hombres, hasta que se hacen novios. August se va haciendo cada vez más socialista y, cuando encarcelan a Martin, decide asesinar a su ex patrón, el empresario Bertrand (el amigo de Passenow). Los negocios no marchan, su situación se complica y August va cayendo en una espiral de desesperación, confusión, angustia y sobre todo resentimiento. Aquí Broch deja a la nobleza prusiana y se asoma a la pequeña burguesía y al proletariado de la zona del Rhin, develando claves y narrando una historia cómica y grotesca, con personajes indelebles.
El tercer libro, The Realist, cuya acción transcurre en 1918, es el más largo y complejo. El protagonista es Wilhelm Hugenau, un alsaciano rubio, gordo y miope que sirve en el frente occidental. Un día decide simplemente largarse de su trinchera y vagar hacia el sur. Llega a un pequeño pueblo, se hospeda y conoce al comandante militar del pueblo, Joachim von Passenow, ante quien se hace pasar por empleado administrativo del ejército en comisión. En el pueblo vive August Esch, quien ha heredado un pequeño periódico sobre cuyas instalaciones vive con Mother Hentjen. Huguenau, empresario nato siempre en búsqueda de oportunidades, inventa que es representante de un grupo de empresarios de los medios oficialistas que desean comprar los periódicos críticos, como el de Esch. Invita a los notables locales como socios, negocia un precio con Esch y compra el diario fraudulentamente. Tiene el apoyo moral, muy forzado, de Passenow, que cada día desconfía más de él. Esch se siente engañado y se va acercando a una secta religiosa evangélica radical. En su casa tiene como semi-entenada a una extraña niña cuyo afecto Huguenau le disputa y que juega un papel enigmático en la trama. Passenow comienza a asistir a las reuniones de la secta de Esch, mientras Huguenau intriga en contra de éste. Cuando las relaciones enrre los tres están más tensas, llega el fin de la guerra y en el pueblo estallan motines violentos que determinarán el destino de los personajes.
Hasta aquí la trama central, pero en ella Broch va intercalando otras tramas paralelas. En una de ellas se habla de Hanna Wendling, una joven casada con un abogado que está en el frente. Hanna vive aislada en sí misma, alejada de su pequeño hijo y deseando que su marido no regrese. En estos episodios Broch examina el efecto de la guerra en las familias de clase media. En otra trama nos introducimos en un hospital psiquiátrico. Broch retrata el mundo de los médicos, las monjas enfermeras, los heridos, los casos de shell shock y los familiares, mostrando los efectos de la guerra en el pueblo. En otra trama, un alemán vive en Berlín en una pensión llena de judíos, con los cuales traba una relación extraña, así como con una chica activista del Ejército de Salvación. Esta historia se cuenta en dieciséis capítulos, muchos de los cuales están en verso. Otros diez capítulos son la tesis de este hombre. Se llama “Desintegración de los valores” y en ella afirma que el fin de la Edad Media significó el comienzo de la ruptura de la unidad psíquica, intelectual y emocional del hombre occidental. Al romperse su identidad con Dios, con la Naturaleza, con el Cosmos y consigo mismo, el ser humano se ha condenado a la esclavitud, la soledad, la miseria y la destrucción. Estos capítulos filosóficos son de una erudición, lucidez y brillantez tan sorprendentes que, aún si uno está en desacuerdo con la tesis, tiene que tomarla en cuenta en su pensamiento.
La novela es rica, compleja y se puede analizar desde muchos puntos de vista, pues tiene muchas capas de significado. Es por momentos cómica, fársica, filosófica, picaresca, pero siempre hay una sensación opresiva de mal agüero, una violencia casi siempre soterrada que explota banalmente, al final, en el que triunfan el fraude, la traición, el cinismo y la mediocridad, que a su debido tiempo darán a luz al nazismo. Una de las novelas centrales del siglo XX; Broch está junto a Joyce, Proust, Kafka, Mann, Musil y pocos más en el grupo de los escritores más importantes del siglo.
4 respuestas
Me dejaste clarísimo que Broch es un autor imprescindible. The realist parece una novela apasionante y todo un reto intelectual para quien al lee.
Muy interesante reseña, Guillermo. Un libro que se antoja mucho leer, pero no sé si quiero hacerlo en estos momentos de tanto desánimo y desaliento.
Me quedo por lo pronto con tu reseña.
La segunda guerra mundial siempre me ha llamado mucho la atención. Me parece tan paradójico que en un País donde nació el romanticismo surgiera también el nazismo. Leeré esta trilogía, gracias por la reseña y recomendación.
Gracias por la reseña, voy a buscar a Broch suena muy interesante. En estas aproximaciones a las causas del nacismo sólo he leído a Jünger, sobre los acantilados de mármol… magestuosa.