Periodistas, cortesanas y arribistas: Ilusiones Perdidas, de Honoré de Balzac.

Periodistas franceses, siglo XIX. www.histogames.com
La historia del ascenso y caída de Lucien de Rubempré es, también, una historia social de la Francia de la Restauración.

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ILUSIONES PERDIDAS. Honoré de Balzac. Porrúa. México, 2001 (1836-1843).  514 pp.

Esta es una de las mejores novelas de Balzac. En ella se nota, como en las demás, el gusto y el conocimiento de Balzac sobre la vida real, los negocios, la política. En particular destaca su sapiencia sobre el mundo empresarial, tan ajeno por lo común a los literatos. Nos habla del negocio de los impresores y del periodismo cuando nació como empresa mercantilista. Contrasta la vida y las intrigas de provincia – Angulema – con la vida y las intrigas del gran mundo parisino, en especial del faubourg Saint-Germain, paraíso del jet-set de la Restauración. David Sechard es un joven que hereda, onerosamente, la imprenta de su cruel y avaro padre. Lucien Chardon (que en lo sucesivo será de Rubempré, el aristocrático apellido de su empobrecida madre) es su mejor amigo. Ambos comparten el amor por la poesía, pero es Lucien quien destaca como el joven genio de provincia, la promesa por la que vale la pena sacrificar todo. Lucien obtiene el amor de Luisa de Bargetón, la “reina de Angulema”, quien promete llevarlo a París, hacerlo entrar en el gran mundo y triunfar como poeta. Pero Lucien es altivo y orgulloso, y pronto sufre en carne propia los desprecios y la burla de la aristocracia y la alta burguesía. Lucien se cree despreciado por la propia Luisa, a quien repudia, ganándose su odio eterno. Mientras tanto, Lucien alterna entre dos mundos: el de sus amigos intelectuales, pobres pero dedicados con empeño al trabajo artístico y científico, quienes lo conminan a perseverar y sufrir hasta alcanzar el éxito auténtico y duradero; por otro lado, el de sus amigos periodistas, seres simpáticos pero profundamente corruptos que lo convencen de buscar el triunfo fácil y efímero que da esa profesión, cuando se ejerce sólo por el afán de lucro. Lucien es flojo y ama el dinero fácil, sobre todo cuando conquista el amor (sincero, hasta eso) de la actriz más bella de París, Coralie.

Balzac. www.medium.com

Lucien se introduce en el periodismo y muy pronto triunfa resonantemente. Llegan el dinero, el lujo y las invitaciones envidiadas. Se le ofrecen buenas oportunidades de matrimonio, pero Lucien prefiere a la dulce Coralie. En esta parte del libro Balzac nos introduce a profundidad en el sórdido, despiadado y corrupto mundo de los periodistas, un mundo que practica las complicidades más innobles y un ejercicio permanente de extorsión organizada. A pesar de los éxtios, la altanería, soberbia y ceguera del ingenuo Lucien van provocando que se teja a su alrededor una red de envidias, agravios y deseos de venganza que poco a poco se va cerrando. A ello se añaden las deudas y otros descalabros financieros ocasionados por el desenfreno y el despilfarro. Cuando finalmente Coralie es el objeto de esas venganzas, a causa de las cuales muere, el precario mundo de Lucien se derrumba. En el camino ha logrado arruinar a David y a su esposa Eva, hermana de Lucien, así como a su sufrida madre. Sin saber esto, Lucien regresa derrotado al pueblo, buscando protección. Lo que halla es que David se encuentra prófugo de la justicia, víctima de crueles intrigas de empresarios ávidos de despojarlo de los beneficios de su invento, al que ha sacrificado su escaso capital: una forma más barata de fabricar papel. Encuentra también la frialdad y el resentimiento de su madre y su hermana.

Retrato de Nana, cortesana francesa del siglo XIX. www.alice-quinn.com

Finalmente, David encuentra la manera de pactar y disfrutar de los beneficios de su invento, pero mientras tanto Lucien, consciente de su fracaso y del sufrimiento que ha causado, decide suicidarse y abandona Angulema. En el camino se encuentra con un sabio cura español, el abate Carlos Herrera, quien lo convence de no suicidarse, le propone que sea su secretario particular y le ofrece una suma que salvará a David y Eva. De hecho, la novela queda inconclusa (sigue en Esplendores y miserias de las cortesanas, parte de las “Escenas de la vida parisina” de Balzac), pues Lucien se encamina a una segunda etapa parisina.

El mercado de Angulema hacia 1840. Grabado de Thomas Allom. www.visites-p.net

Lucien es un personaje trágico pero desagradable. Es difícil encontrarle un rasgo encomiable. No obstante, su figura sirve como eje para que Balzac nos muestre, una vez más, el mundo real con gente real. Balzac nunca cede al chantaje sentimental del novelista barato. Es despiadado y muy rico en la profundidad de cada personaje. Este libro es, como su nombre lo indica, una historia de ilusiones perdidas por estar basadas tan sólo en la vanidad. Destaca el contraste entre el frívolo Lucien y el paciente y trabajador David, pero no es nunca – Balzac no puede serlo – una novela moralizante. Una de sus mejores, que ya es decir mucho, esta es una gran novela.

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