
El espinazo de la ciudad. Dublineses, de James Joyce
En el principio fueron los dioses y los héroes; eran sujetos de sus favores o venganzas, simples mortales: pastores, agricultores y los primeros mercaderes. Guerreros también, muchos guerreros, y doncellas más o menos desvalidas. Poco a poco aparecen los artesanos: herreros, carpinteros (alguno padre putativo de un dios-héroe), tejedores y otros, pero casi siempre en calidad de actores de reparto.