Dios, Naturaleza y Ser Humano: Ética, de Baruch Spinoza
En el siglo XVII, la Edad de la Razón, un judío holandés abrió las puertas a la ciencia moderna, al equiparar a Dios con la Naturaleza y desplazar al humano de su lugar privilegiado.
En este espacio comparto textos que he escrito a lo largo de los años, además de artículos e ideas recientes.
En el siglo XVII, la Edad de la Razón, un judío holandés abrió las puertas a la ciencia moderna, al equiparar a Dios con la Naturaleza y desplazar al humano de su lugar privilegiado.
Como Antígona, Maurice Castle se enfrenta a fuerzas irreconciliables que exigen lealtad: la razón de Estado y la familia.
En pleno siglo XVI, en medio de cruentas y confusas guerras religiosas, un grupo de audaces aventureros (como Paracelos, Vesalio y otros) desafiaron los dogmas en favor de la ciencia. El protagonista de esta novela es uno muy particular.
Mary Ann Evans, quien publicó como «George Eliot», fue una mujer liberada y rebelde, y quizá la más grande novelista inglesa del siglo XIX.
Esto es lo más cercano a una biografía de Shakespeare que se puede hacer: a falta de información sobre su vida privada, Greenblatt hace una reconstrucción de su época y ambiente, y trata de encontrar claves en su obra.
Independientemetne de las creencias religiosas de cada quien, la Biblia es uno de los libros más importantes de la historia, pero no sabemos quiénes la escribieron. Esta fascinante obra nos dice qué se sabe de ello.
El verdadero Viejo Oeste, tanto en Estados Unidos como en México, estuvo muy lejos de los retratos de Hollywood. A pesar de su condición de fábula siniestra, o quizá por ello, este retrato está más cercano a la realidad.
En 2010, Franzen publicó esta novela que en muchos sentidos, hace un retrato de tensiones en la sociedad norteamericana que se encuentran hoy en un punto peligroso y que repercuten en el resto del mundo.
Uno de los experimentos multiculturales más interesantes de la historia, el Imperio Austrohúngaro, desapareció tras la Primera Guerra Mundial. Esta novela es su mayor epitafio y elegía.
Los subgéneros suelen estar poblados de mediocridad, pero a veces esconden joyas literarias. Es el caso de esta novela, lamentablemente arrinconada en los estantes de «ciencia ficción».